1997 Llegamos a mi película favorita de la etapa Brosnan. Tomando descaradamente elementos de La Espía Que me Amo y dando los mandos de la nave a un mediocre, pero eficaz Roger Spottiswoode, nos encontramos una película de acción mas que aceptable. Tras los titubeos de Goldeneye tenemos una “M” fuerte y dominadora, una par de chicas Bond que son mucho mas que largas piernas y prominentes senos, diálogos y frases divertidas sin necesidad de resultar ridículas. Por fin nos encontramos con un buen villano megalomano capaz de encarnar el mal absoluto (impagable en sus excesos Jonathan Pryce)
Supongo que habrá motivos de sobra para denostar esta cinta, veo que en diferentes webs con votaciones esta poco valorada, pero es de las pocas cintas Bond que puedo volver a ver sin esfuerzo, e incluso con placer.
Saludos
OSO170 (Yo qiero un BMW)
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