En esta ocasión Moore, quizá es no componga una obra maestra, pero es un comic grandísimo que roza la genialidad. El guionista británico parte de unas premisas arriesgadas, reúne a un grupo de personajes conocidos de la literatura y los introduce en un escenario de una Inglaterra postimperial pero extrañamente futurista. Pese a que los personajes pertenecen a la literatura, como ya he dicho, la obra no requiere un gran bagaje cultural para apreciarla, incluso un semi iletrado como yo es capaz de disfrutarla y de captar algunos de los muchos matices y guiños que esconde.
El comic, pese a no ser propiamente de superhéroes, esta, sin duda, absolutamente influenciado por el genero,
De entre los personajes, el lector puede elegir, con quien identificarse, a quien amar y a quien odiar. A mi me atraen principalmente El Capitán Nemo y El Hombre Invisible, dos personajes peculiares bordeando entre héroes y villanos, de hecho el segundo es claramente un villano para nada rehabilitado. Moore, no tiene ningún reparo en mostrar a tres de sus héroes como, un drogadicto, un asesino de prostitutas y un violador de jovencitas, ese es en mi opinión otra de los virtudes del comic, las grandes ambigüedades reinantes.
En el capitulo grafico Kevin O’Neill. No es el estilo de dibujo que a mi mas me suele atraer, por lo general soy más partidario de la “línea clara”. Sin embargo los dibujos de O’Neill me han
resultados perfectos para la historia, sabe plasmar esa “irrealidad realista” que intenta transmitir Moore en los guiones, así como la magnificencia de las obras futuristas realizadas en esa Inglaterra súper poderosa.
Saludos
OSO170 (desde el Nautilus)
No hay comentarios:
Publicar un comentario