(USA, 2010)
Favreau y su equipo lo han vuelto a hacer. Iron Man molaba mucho, el director había captado a la perfección el espíritu comiquero y aventurero necesario para hacer una película de estas características, sin olvidar los fundamentos del personaje, pero actualizándolo a los nuevos tiempos. Consiguió un gran triunfo, tanto en taquilla como en las críticas generalizadas. Eso si, sin olvidar que la excelente interpretación de Downey Jr. y su carisma realizaban la principal aportación a la cinta.
La secuela ofrece mas de lo mismo, pero mejor aun si cabe. Y no hay que presentar al personaje, pero si su nueva situacón, llevando en el pecho una condena a muerte, en secreto, encubriendola con una imagen frivola y despreocupada, Robert Downey Jr. lo borda en toda esta parte, llevando todo el peso de la cinta, a pesar de que Mickey Rourke compone un villano inquietante, los paralelismo entre la forma de construir su arma y la construcción de la Mark I en la primera película son evidentes.
Hay pocos combates, pero están bien diseminados en el metraje. Los efectos especiales, perfectos, al servicio de la película y no protagonizándola. Correcta, de nuevo, Gwyneth Paltrow como Pepper Potts, un remedo de Pepito Grillo del autodestructivo Stark. Scarlett Johansson, muy atractiva y sensual, preparando la creación de un personaje que puede darle el salto al megaestrellato taquillero. Sam Rockwell y Don Cheadle, tiene unos personajes menos interesantes y brillan menos.
La presencia de la subtrama de Shield, importante para la resolución de la aventura y como preparación de Los Vengadores, hace las delicias de los aficionados al cómic, pero no desconcierta a los neófitos. Los chistes no son demasiado ridículos y el humor no es de trazo grueso, sino mas bien una fina capa de ironía sarcástica.
Una diversión intrascendente pero muy disfrutable
Saludos
OSO170 (Repulsores al máximo)
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