Acompañado de nada menos que 6 niños nos encaminamos al cine del pueblo para ver la incursión de Jerry Bruckheimer en el cine infantil. Aunque la vimos en glorioso 2-D, debo decir que la experiencia merece la pena. Es una pelicula fundamentalmente pensada y realizada para niños, y la verdad es que ellos lo disfrutan a placer. Para los adultos no hay demasiadas concesiones, la historia es simple, sin grandes sorpresas, de manera que los niños puedan seguirla, pero sin tratarlos como idiotas.
La animación y su integración con la imagen real es magnífica. A nivel técnico la cinta es impecable, el ritmo es constante, sin aburridos tiempos muertos, pero no estresante.
En conclusión, una película en la que los niños se lo pasan en grande.
Saludos
OSO170 (Papa Cinefago)
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